07 Aug 2012

Maíz




Manejo de Nutrientes por Sitio Específico en el Cultivo de Maíz Bajo Labranza de Conservación para la Provincia de Bolívar: El maíz forma parte del grupo de los productos más importantes de consumo interno del Ecuador. Se cultivan alrededor de 40 0000 hectáreas, de las cuales cerca de 82 000 corresponden a maíz suave en la sierra. De estas últimas, en el 2009, el 43% fue cosechado en la provincia de Bolívar con un rendimiento promedio de 2.6 t ha-1 (INEC, 2009). En Bolívar, el maíz es el cultivo primordial para la economía de los agricultores, constituyéndose en uno de los alimentos básicos en la dieta diaria de la población rural. Las zonas de producción de maíz suave se ubican entre los 2200 a 2800 m de altitud, en suelos con deficiencias de nitrógeno (N) y fósforo (P) principalmente y que están expuestos a la erosión causada por el agua, viento y la inducida por el hombre debido a las prácticas inadecuadas de manejo en suelos de ladera.




Alivio de la Pobreza a Través de la Fertilización Balanceada de Maíz y el Desarrollo Integral de la Familia: Un alto porcentaje de la población rural de Guatemala vive en la pobreza. Esta pobreza se observa en la mayoría de hogares y cada paso tendiente a librar a las familias rurales de esta carga puede contribuir a alcanzar prosperidad y estabilidad. Con un nivel tan alto de pobreza, el lograr que la gente de campo consiga ingresos económicos es especialmente importante. La producción de maíz es la principal actividad agrícola de las tierras altas de Guatemala, donde este cultivo es parte fundamental de la historia y cultura de la región. Para enfrentar los problemas de hambre y mal nutrición y para promover autonomía económica es necesario desarrollar un programa robusto de agricultura sostenible. La utilización de fertilizantes, de acuerdo con los conceptos de Manejo de Nutrientes por Sitio Específico (MNSE), es parte integral de este programa.



Herramientas para Mejorar la Eficiencia de Uso de Nutrientes en Maíz: En América Latina se cultivan anualmente millones de hectáreas de maíz, pero solamente Brasil y Argentina producen suficiente grano para exportarlo en forma constante. En los países ubicados en las zonas tropicales de América el grano se emplea para consumo de la población y para suministrar insumos a sectores avícolas, ganaderos y agroindustriales. Desde el punto de vista de seguridad alimentaria y de fuentes de trabajo, este cultivo es estratégico para todos los países de la región. Hasta hace poco tiempo el cultivo del maíz en las áreas tropicales de América no era visto con mucho interés por diversos sectores debido a la posibilidad de importar grano a bajo precio. Los costos de producción locales son relativamente altos debido, en la mayoría de los casos, a los bajos rendimientos consecuencia de la poca tecnología de producción.



Consideraciones en el Uso Eficiente de Nutrientes: Se espera que la población mundial se incremente en más de 40% en los próximos 40-45 años, pasando de los actuales 6.6 billones de personas a 9.4 billones en el año 2050 (U.S. Census Bureau, 2006). En estas condiciones, será necesario incrementar el rendimiento de los cultivos y la eficiencia de la producción para lograr llenar en constante incremento la demanda de alimentos para una población en crecimiento, generalmente con mayor poder adquisitivo. Por ejemplo, se ha estimado que los sistemas de producción de maíz en los Estados Unidos y de arroz en Asia estaban funcionando a un 40-65% del potencial de rendimiento obtenible, y que se necesita un incremento hasta 70-80% del potencial del rendimiento para lograr satisfacer las demandas de alimentos de los próximos 30 años (Dobermann y Cassman, 2002). Adicionalmente, la demanda de biocombustibles provenientes de la agricultura está creciendo rápidamente, haciendo mayor el reto de mejorar la producción. Para lograr esto, serán necesarias estrategias que produzcan rendimientos más altos, que integren también la conciencia ambiental y la rentabilidad del agricultor. El mejor manejo y el incremento en la eficiencia de uso de los nutrientes serán componentes importantes para lograr este objetivo. Información completa sobre el este tema se presenta en el pdf que se encuentra a continuación:



Conozca y Resuelva los Problemas del Maíz: Si Ud. encuentra, en el cultivo del maíz, señales de "problemas" como los que se ilustran aqui, es posible que ya sea muy tarde para hacer algo por el cultivo durante el presente ciclo. En el caso de deficiencias de nutrientes, es probable que la disponibilidad de uno o más de los elementos en el suelo haya caído por debajo del nivel con el cuál se obtienen rendimientos rentables. Sin embargo, todo agricultor dedicado al cultivo del maíz debe ser capaz de reconocer estos signos de peligro y para esto debe revisar el campo varias veces durante el ciclo de crecimiento. La deficiencias de nutrientes que se presentan cuando el maíz es joven frecuentemente pueden ser corregidas por medio de una aplicación de fertilizante en cobertera. El buen conocimiento de como el cultivo ha progresado durante el presente ciclo hará posible planear un buen cultivo en la próxima siembra.





Dinámica y Manejo de Fósforo en Siembra Directa: La siembra directa (SD) es un sistema de manejo que no remueve el suelo y mantiene cubierta la superficie con los residuos de cultivos anteriores. Esta forma de manejo conserva el suelo al disminuir el impacto de la erosión hídrica y/o eólica. Otras ventajas de la SD son: mayor disponibilidad de agua para los cultivos, mejor fertilidad química, física y biológica del suelo, menor costo de producción por unidad de superficie, rendimientos más altos y estables y la posibilidad de secuestrar de carbono (C) en el suelo.





Efecto del Fraccionamiento de Nitrógeno en la Productividad y en la Eficiencia Agronómica de Macronutrientes en el Maíz: En los últimos años, el cultivo de maíz en América tropical ha tenido problemas de productividad que se atribuyen a la pérdida de fertilidad del suelo, al uso de variedades de baja producción o al mal uso de los nuevos híbridos de gran potencial de rendimiento. Sin embargo, se ha demostrado que los rendimientos se pueden incrementar apreciablemente con el uso de adecuada tecnología que incluye un mejor manejo de la población y la nutrición.

Relación del Indice de Verdor con la Aplicación de Nitrógeno en Diez Híbridos de Maíz: El N es el elemento nutritivo que más limita la producción del cultivo del maíz. En Colombia existen reportes de que la respuesta a la aplicación de N puede alcanzar hasta 7 t/ha de grano. A pesar de que el maíz requiere cantidades altas de N, este nutriente es el que más fácilmente se pierde del agro-ecosistema. Por esta razón, un programa de manejo eficiente de N permite obtener incrementos significativos en la producción. Es común observar síntomas evidentes de la deficiencia de N en lotes comerciales de maices jóvenes que presentan plantas de color verde amarillento de poco crecimiento. En plantas adultas, la deficiencia de N se presenta en las hojas maduras que pierden su color natural desde la punta hacia el limbo formando una “V” invertida de color amarillento, mientras que los márgenes de las hojas mantienen su color verde. A medida que la deficiencia se hace más severa se produce el secamiento de todas las hojas adultas afectando seriamente la producción final de grano.

Un paso fundamental de un programa de manejo eficiente de N es el reconocer, durante el ciclo de crecimiento, si el cultivo presenta exceso o déficit de este nutriente. El número de hileras por mazorca y el número de granos por hilera se definen durante las etapas vegetativas comprendidas entre V6 y V12.

El nivel nutricional, particularmente de N, que se presente durante este periodo es un importante regulador del número total de granos. El índice de verdor de las plantas depende en alta medida de la combinación entre el componente genético y el nivel de N absorbido. El objetivo del presente estudio fue determinar, en diferentes materiales genéticos, el índice de verdor para los estados fisiológicos comprendidos entre V6 y VT usando el MCF y la TCC para evaluarlas como herramientas para manejo eficiente de N. Más información en el archivo PDF que se encuentra a continuación:





Deficiencias de Nutrientes en Maíz:

THE PROBLEM: Nutrient deficiencies in corn

MANAGEMENT: Balance for Success
IDENTIFICATION of nutrient deficiency symptoms is an important diagnostic tool in nutrient management for corn Early detection can help avoid losses of yield and profit by adding appropriate fertilizer.
The leaves shown here illustrate typical symptoms for deficiencies of nitrogen (N), phosphorus (P), and potassium (K) in corn

Regular field scouting is important. So me deficiency symptoms appear very early in the season . . . P, magnesium (Mg), and zinc (Zn) . . . while others . . . N, K, and sulphur (8) . . . are more common later Deficiency symp­toms are not always due to insufficient nutrients in the soil. Management, weather, cropping systems, and other fac­tors may prevent adequate amounts of nutrients in the soil from being taken up by the plants.
Symptoms can occur even when soil levels of the nutrient are high. Drought, compaction, insect injury, and other factors can reduce the plant's ability to extract nutrients from the soil. Temperature, soil pH, and other environmen­tal conditions also affect nutrient uptake.

Yields are often substantially reduced before any visi­ble symptoms are present. This "hidden hunger" is a major cause of lost yield and profits for corn growers. Delayed maturity and increased drying costs also result from hidden hunger Soil tests and plant analyses in the 4- to 6-leaf stage are necessary for early identification of deficiencies
Leal samples taken between tasselling and silking are an excellent diagnostic tool for nutrient deficiencies, since most plant analyses are calibrated for that stage of growth o
Soil samples should be taken at the same time to aid in the interpretation of the results . . .

THIS IS ONE OF A SERIES of publications on Plant Problem Insights, a service of the Potash & Phosphate Institute (PPI), Buford Hwy., NE, Atlanta, GA 30329. Phone (404) 634-4274. PI-31






Deficiencias de Azufre en el Cultivo de Maíz:


THE PROBLEM: Slow early corn growth, light-green plants­sulphur (S) deficiency


Slow Early growth of corn can lead to lower yields and loss of profit potential. Young, light-green plants in fields where adequate pre­plant nitrogen (N) has been provided may indicate a deficiency of S. Older plants may al so show deficiency symptoms. Soil conditions associated with S deficiencies include sandy soil texture, low organic matter levels, and areas that have been shaped or severely eroded. Much of a soil's available S is associated with organic matter.

Sulphur is required by corn in amounts which make it the fourth major nutrient following N, phosphorus (P), and potassium (K). Plants take up S in the sulphate (SO4=) form Sulphur is a component of amino acids and protein and provides enzymes with critical structural characteristics which allow their specific metabolic ac­tions. Sulphur is also needed for synthesis of chlorophyll. This relates to its main deficiency symptom: a light-green coloration that can affect the entire plant.

Sulphur deficiency are more likely on coarse textured, easily leached soils, low in organic matter.

Temporary, early season S deficiencies leading to slow rates of growth, but without specific deficiency symptoms, may also occur on cold soils with moderate organic matter levels. Winter precipitation can leach available sulphate-S away from the seedling root zone. Cold soil conditions slow rapid conversion of S in organic matter to sulphate. Under those conditions supplemental S is needed for rapid, early growth necessary to get plants on their way to higher yields and profits.

Sulphur deficiency symptoms in corn look like N deficiency,
Except that the light yellow color (chlorosis) exists over the entire plant or may be confined to the younger, top leaves. Nitrogen deficiency symptoms will be found on the older, lower leaves. Plants are stunted, with smaller, thinner stalks. Under extreme conditions, the chlorosis persists to maturity, delaying the matu­ration process.

Sulphur deficiency lowers the use efficiency of other nutrients, particularly N, P and K. Higher carryover of nitrate-N should be expected under S-deficient conditions.

Sulphur deficiency is easily corrected by providing S preplant, in a starter, as a side-dressing or through irrigation water. A 200 bu/A corn crop will require about 331b S/A. Be sure that adequate S is available at planting. For corn planted early on cold, moist soils, such as at high elevations or under reduced tillage conditions, sulphate- or thiosulphate-S in the starter can be beneficial even if soil organic matter levels are moderate to high.
Analyze irrigation water to determine its S content along with other nutrients such as N..

THIS IS ONE OF A SERIES of publications on Plant Problem Insights, a service of the Potash & Phosphate Institute
(PPI), 2801 Buford Hwy., NE, Atlanta, GA 30329. Phone (404) 634-4274.


SPANISH VERSION/VERSION EN ESPAÑOL


UN POBRE CRECIMIENTO INICIAL DEL MAIZ puede reducir los rendimientos y limitar sus ganancias. la presencia de plantas jóvenes de color verde claro en un cultivo que ha recibido suficiente nitrógeno (N) puede indicar una deficiencia de azufre (S). Los sín­tomas de deficiencia también pueden aparecer en plantas más maduras. Las condiciones asociadas con deficiencias de S incluyen suelos de texturas arenosas con bajos niveles de materia orgánica y áreas que han sido niveladas o han tenido una ero­sión severa. La mayor parte del S disponible se halla asociado con la materia orgánica del suelo.

Las cantidades de S requeridas por el maíz son tales que hacen que el S sea el cuarto nutriente principal, después del nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Las plantas absorben S en forma de sulfato (SO4-2). El S forma parte de aminoácidos y proteínas y pro­porciona a las enzimas características estructurales esenciales para el desempeño de sus actividades metabólicas. El S también es necesario para la síntesis de clorofila, lo cual explica el color verde claro de las plantas con deficiencia de S.

La deficiencia de S es más común en suelos de textura gruesa, fácilmente lixiviables y con niveles bajos de materia orgánica.

Deficiencia temporal de S puede ocurrir al inicio del ciclo de crecimiento en suelos con un nivel medio de materia orgánica. Las lluvias del invierno pueden mover el S disponible fuera del alcance de las raíces, y un suelo frío puede retardar la transformación del S en la materia orgánica a sulfato.

Los síntomas de deficiencia de S en maíz son muy similares a los síntomas de deficiencia de N, con la diferencia que el color verde claro (clorosis) se observa sobre toda la planta o puede aparecer solamente en las hojas más jóvenes, en la parte superior de la planta. Los síntomas de deficiencia de N, en cambio, aparecen en las hojas más maduras, en la parte inferior de la planta. Las plantas con deficiencia de S tienen apariencia atrofiada, con tallos cortos y finos. Bajo condiciones de extrema deficiencia, la clorosis puede persistir hasta la madurez, retardando el proceso de maduración.

La deficiencia de S reduce la eficiencia del uso de otros nutri­entes, particularmente N, P Y K. Por lo tanto, cuando se dan condi­ciones de deficiencia de S es de esperar que se encuentren altos niveles de nitratos residuales en el suelo.

La deficiencia de S puede corregirse fácilmente mediante la aplicación de S antes de la siembra, después de la siembra al costado del surco o en el agua de irrigación. Un cultivo de maíz con un rendimiento de 11,000 kg/ha de grano requiere aproximadamente 37 kg/ha de S. Por lo tanto, asegúrese de tener niveles adecuados de S en el suelo al momento de la siembra. Cuando el maíz se siembra en suelos fríos y húmedos, como en de zonas elevadas o bajo condiciones de laboreo reducido, la aplicación de S en la siembra puede ser beneficial aún en suelos con niveles medios a altos de materia orgánica.






Efecto del Fósforo en la Humedad del Grano de Maíz a la Cosecha: La fertilización con fósforo (P) es esencial para obtener máxima producción y alta rentabilidad en maíz en regiones con riego. Las plantas de maíz deficientes en P producen menores rendimientos y maduran más tarde que las plantas que reciben niveles adecuados de P. Con frecuencia, el rol del P en la madurez del cultivo se pasa por alto al analizar los beneficios económicos de este nutriente. Estudios a largo plazo conducidos en Kansas para estudiar la interacción nitrógeno (N) y P indican que la dosis óptima de N para maíz con riego es de 180 kg/N/ha. Durante 6 años (1988-1993) la aplicación de P (45 kg de P2O5/ha) aumentó los rendimientos de grano en 5000 kg/ha por año con se observa en la Figura 1.




El P es esencial para el desarrollo de la semilla y para acelerar la madurez del cultivo. Parte de la investigación en Kansas demostró en efecto del P en la madurez del cultivo. En este estudio el maíz se cosechó antes de que se secara por completo en el campo. Una cosecha temprana reduce el potencial de pérdidas ocasionadas por acame de las plantas y por condiciones ambientales adversas. La Figura 2 muestra como las aplicaciones de P redujeron significativamente la humedad del grano. Con la dosis óptima de N, la humedad del grano se redujo de 27% sin aplicación de fertilizante fosfatado a 22% con P. Información detallada de este experimento se encuentra en el archivo pdf que se incluye a continuación.